martes, 28 de septiembre de 2010

Colonia Juvenil


Capítulo II
El Nombre

No volví a pararme por el terreno en los meses siguientes, durante los cuales teníamos breves reuniones con los miembros de Promoción Social Integral, A.C. en la casa de don Alejandro con el fin de ir planeando las cosas, una de las cosas que se plantearon era el nombre en particular de la institución.
La verdad que en el nombre es lo último que estábamos pensando, al menos los miembros de Promoción Social Integral, A.C. y yo que cuando surgió la necesidad de esa nominación particular, yo pensaba en algo así como “Ciudad de los muchachos” un poquito pensando en la obra salesiana de Ciudad de los Niños en Salamanca Gto. Y en la “República de los Muchachos” que fundó y dirigía hasta entonces el Sacerdote Salesiano Javier de Nicoló en Colombia y que conocí en 1986.
Por su parte el grupo de chicas que dirigía Verónica y que desde algún tiempo se venían haciendo cargo de los más pequeños de la Fundación para Preadolescentes y Adolescentes A.C., tenía por nombre Comunidad Juvenil del Verbo Encarnado, con las siglas COJUVE. Así que antes de que yo propusiera el nombre Verónica, que se encontraba presente en una de las juntas sugirió el de Colonia Juvenil que en sus siglas pocas veces usada sería COJUVE también, como la Comunidad Juvenil del Verbo Encarnado, el nombre me pareció medio cursi, no obstante ser mas apropiado de Ciudad de los muchachos por no tratarse de una extensión tan grande como la Ciudad de los niños ni la República de los muchachos que he hecho mención, don Alejandro dijo simplemente que estaba bien.


El Inicio

En el mes de Junio de 1992 los módulos estaban prácticamente concluidos, había que iniciar labores y para ello necesitaríamos a alguien que dirigiera la obra. Yo no tenía en mente hacerlo, todavía me quedaban muchachos en la fundación y el negocio con el que prácticamente se sostenía la misma. Quien se hiciera cargo de Colonia Juvenil debía tener una disposición en tiempo de 24 horas y compromiso del 100% y era algo en lo que no podía comprometerme. Pero tanto el Sr. Juan de Dios Guevara y supongo que Don Alejandro daban por hecho que yo me haría cargo de la obra. Así que ya para echar a andar el proyecto el Sr. Guevara me dijo que me pagarían $ 3,000.00 tres mil pesos mensuales por hacerme cargo como director, le expuse que no estaba en mis planes serlo que lo mas conveniente sería que contratáramos a otra persona a la que yo supervisaría.
Nunca había ganado dinero por trabajar con los muchachos y aunque no sabía si esa cantidad era la justa, tampoco me resultaba atractiva, por esas fechas de 1992 mi negocio que en ese tiempo se llamaba “Corporación AR” pagaba bimestralmente poco mas de 3,000.00 pesos de impuestos, teníamos como principal cliente a Industrial Minera México o Grupo México a los que elaborábamos todos los manuales de capacitación para sus empresas en toda la República Mexicana y el extranjero.
En resumen les dejé en claro que mi interés era trabajar al lado de ellos en el patronato, y en la supervisión de Colonia, sería algo así como el enlace entre Colonia Juvenil y Promoción Social Integral, A.C. don Alejandro estuvo de acuerdo y en la siguiente reunión me dijo que él sería el Presidente, siempre, y yo sería el Vicepresidente.
Entonces propuse a Verónica como Directora, Don Alejandro Torres Corzo rechazó la propuesta argumentando que tomando en cuenta que los beneficiarios de Colonia Juvenil serían varones, lo más conveniente era tener a un hombre como director y me pidió que a la mayor brevedad, antes de una semana propusiera otro candidato.
No podía dejarle a cualquiera esa responsabilidad, así que pensé en Claudio Carrillo que era dirigente Scout y al parecer acababa de dejar sus estudios y como el sistema y gobierno ideados es con base en el sistema de patrullas como ya lo he mencionado y siendo Claudio una persona de probada calidad moral le propuse el puesto, lo que no sólo le pareció bien sino que aceptó con emoción, antes de la semana lo estaba presentando con Don Alejandro T. C. y en ese mismo instante entregamos las llaves.
Ya había Platicado con Claudio sobre lo que se esperaba lograr con Colonia Juvenil, forjar líderes y agentes de cambio para sus comunidades, sus funciones eran las de administrar los recursos, conseguir el personal idóneo y hacer la promoción pertinente en las comunidades rurales donde no existiera escuela secundaria, para ofrecer los servicios de Colonia.
Los primeros chicos que llegaron a Colonia fueron los muchachos en edad de secundaria que estaban en la Fundación para Preadolescentes y Adolescentes, A.C. haciendo un total de 12. Como era necesario que los muchachos estuvieran acompañados todo el tiempo, Claudio invitó a colaborar a dos jóvenes dirigentes Scouts que vivirían en Colonia sin dejar sus actividades académicas ya que de alguna forma ello sería ejemplo para los muchachos, se contrató una cocinera que duró pocos días y entonces fue cuando ingresó a Colonia Doña Cata que es tía de uno de los primeros colaboradores, convirtiéndose en la abuela de varias generaciones de Colonos.

Nota: No tengo fotografías para ilustrar estas entradas porque cuando me retiré de Colonia entregué todas las que tenía al patronato, vía su tesorero, incluyendo negativos, si alguien pudiera aportarme algunas para ilustrar le agradeceré mucho y también, como la memoria es caprichosa (al menos la mía) y no dudo se me escapen algunos datos y hechos o que confunda otros en tiempo y forma, por lo que pido a quienes vivieron esos tiempos y los que mas adelante narraré, me corrijan o amplíen lo que escribo.