domingo, 11 de diciembre de 2011
Colonia Juvenil: Video
jueves, 24 de marzo de 2011
Colonia Juvenil. La primera escuela
Para el mes de agosto ya estaba terminada la planta baja y baños, lo que era suficiente para comenzar con el primer grado, contando además con el área administrativa y laboratorio, pensando en que al concluir la segunda etapa en el segundo piso, quedarían las aulas para los tres grupos, una de usos múltiples y en la parte de abajo quedarían, además, la biblioteca y la sala de maestros.
Yo había pensado como nombre para la escuela el de Guillermo Medina de los Santos como homenaje a quien puso mucho empeño en la donación de ese terreno a la Fundación para Preadolescentes y Adolescentes, no lo había mencionado porque esperaba un momento oportuno para hacerlo, considerando que de repente esos trámites se llevan mucho tiempo, pero en esta ocasión todo se aceleró y cuando menos lo esperé la escuela ya se llamaba “Escuela Secundaria por Cooperación Promoción Social Integral, A.C.” Nunca he entendido el porqué de la figura de “Escuela por cooperación”, si este tipo de escuelas funciona con presupuesto mixto, esto es, oficial y particular.
Antes de que Rafa Olmos iniciara la construcción de la escuela don Alejandro y yo habíamos estado con los de “Construcción de escuelas” buscando financiamiento para la nuestra nos hicieron dar muchas vueltas haciéndonos abrigar esperanzas en que era posible, hasta que alguien nos dijo que no se podría porque primero no cubríamos los requerimientos de terreno, y segundo éramos una institución particular.
Cuando la obra material de la escuela mostraba un avance considerable comenzamos a pensar en el equipo para la misma, pedimos cita para ver a la Presidenta del DIF que era Conchalupe Nava Calvillo. Llegamos el día y la hora en punto en que nos habían indicado. (No se si ya lo he mencionado pero don Alejandro fue una de las personas más puntuales que he conocido, el otro fue mi padre) Conchalupe nos recibió de inmediato, le platicamos nuestro proyecto y le hicimos nuestra solicitud, ella se mostró emocionada pero no nos dio ninguna respuesta, nos dijo que quería conocer la obra y dos días después nos estaba visitando, vio todas las instalaciones y las que se estaban construyendo, platicó con algunos de los muchachos y al despedirse nos dijo que contáramos con pupitres y pizarrones para todos los salones. Los cuales estuvieron muy oportunos para el inicio de clases, los pizarrones eran de buen tamaño fueron 3 de los verdes los pupitres antropométricamente apropiados para alumnos de secundaria y fueron 90, la mayoría fueron guardados en tanto quedaba terminada la planta alta de la escuela.
Las solicitudes recibidas para ese curso escolar eran suficientes para seleccionar a los muchachos que habrían de cursar el primer grado y ante la situación de nuestros otros muchachos que pasaban a segundo grado se pensó en abrir también el segundo grado ya que había solicitudes también para ello. Otras solicitudes que nos llegaban era para el bachillerato, se acordó en consejo darles cabida, considerando que tarde o tempranos nuestros muchachos de secundaria irían luego a la escuela preparatoria y lo mejor sería ir tomando experiencia desde ahora.
Los primeros maestros de la escuela fueron además del grupo de Verónica, el Prof. Luis Miguel del Poso, Rubén Contreras y yo en la asignatura de civismo, para ello y como era necesario que contaran con un libro de texto, busqué un libro sencillo en cuanto a su manejo pero completo respecto al programa, encontré varios y de ellos hice uno que reproduje para los muchachos.
Los chicos aceptados para Secundaria fueron llamados unos días antes de iniciar el ciclo escolar, con el fin de hacer un sondeo y conocer el nivel académico que traía, he de advertir que eran niños sobresalientes en sus escuelas de origen y al evaluarlos en nuestra escuela y de acuerdo a los conocimientos que debían tener nos encontramos con la triste realidad de un muy bajo nivel.
No recuerdo a cuantos puntos equivalía cada actividad pero se consideraban todas las que se realizaban, desde las personales de orden en sus cosas, cuidado personal, tareas escolares, calificaciones, participación en las tareas generales de tal modo que el mas cumplido tendría al final un remanente que a fin de curso podría servirle para pagar el transporte a su comunidad o mejor aún un viaje de vacaciones que se haría en grupo a algún destino turístico o a varios, como así se hizo en varios años y espero que se siga haciendo.
jueves, 10 de marzo de 2011
Colonia Juvenil. El equipamiento
El equipamiento
Las primeras literas (Camas marineras) que llegaron a Colonia Juvenil fueron las que ya tenía en la fundación en la Casa de Real del Potosí y resultaron tan resistentes que todavía en el 2002 estaban en perfecto uso; otra aportación de la Fundación para preadolescentes y adolescentes fueron los platos para el comedor, unos platos de melamina verde como los que usaban en el Seguro Social que también tuvieron una larga vida en Colonia, así como algunos platos rectangulares de cerámica blanca que nos regaló Gerardo Motilla y que fabricaba para una compañía aérea.
Otyro aporte de la Fundación fue la malla ciclónica que se usó para las porterías de la cancha de Fut bol Rápido, refrigerador y un congelador horizontal.
Cuando Verónica se integró con su equipo de trabajo, llegaron a Colonia con todo el equipamiento que tenían en la casa de los menores de la Fundación y por supuesto con los menores que también tenían.
Por lo demás se adquirieron sillas plegables y tablones, una estufa industrial y las casuelas y enceres para cocina.
Conforme comenzaron a llegar mas solicitudes se vio la necesidad de adquirir mas literas, Don Alejandro había soportado gran parte del costo de equipamiento y había que conseguir patrocinios para las demás cosas y tocando puertas dimos con una persona que tratando de hacer beneficiar a dos instituciones, con una misma acción, encargó la fabricación de las literas al supuesto taller de herrería de Casa Don Bosco, el resultado fueron unas literas que si bien dieron utilidad resultaron además de feas muy frágiles y cada año o semestre había que repararlas.
Comenzamos a recibir en donación algunos muebles usados, en magnífico estado, que se utilizaron para equipar las estancias de los módulos.
En el transcurso del primer semestre de 1993 comenzaron a llegar muchas solicitudes de los lugares a donde Claudio había hecho promoción y comenzaron a estudiarse, había que establecer los procesos de selección a partir de los perfiles que se establecieron: que fueran chicos del medio rural donde no existiera escuela secundaria, que tuvieran capacidad tanto de aprendizaje como de convivencia; fue entonces cuando se integró al patronato Patricia Torres Corzo, psicóloga, hermana de don Alejandro, para orientar al respecto, ella a su vez invitó a la Trabajadora Social Gabriela Jara que se encargaría de diseñar las baterías para realizar los estudios socioeconómicos.
Durante ese semestre los chicos asistían a escuelas externas, situación que resultaba un tanto cuanto complicada y lo sería mas en cuanto llegaran mas muchachos a Colonia, por lo que en una junta sugerí que sería bueno contar con nuestra propia escuela. Don Alejandro a quien bastaba con darle una idea para que se pusiera en acción, le pidió a su sobrino político, el Ing. Rafael Olmos Ocejo, no sólo la construcción sino el financiamiento de la obra. Rafael aceptó entusiasta la solicitud, se definió el lugar donde quedaría la escuela, las necesidades de la misma y al poco tiempo se estaba realizando la construcción de la escuela que comenzaría a operar en el ciclo escolar 1993-1994.
A Verónica se le encomendó realizar el trámite necesario para la incorporación de la misma ente las autoridades educativas, cosa que también realizó en todo tiempo y forma.
En alguna reunión de consejo posterior, Gabriela Jara preguntó —¿Y para las niñas què….?—
Efectivamente no habíamos pensado en ellas, Gabriela explicó que las niñas del medio rural eran mas siempre olvidadas en este tipo de proyectos, que ella procedía de ese medio donde había muchas niñas valiosas que merecían el apoyo de la institución; fue tan convincente en sus argumentos que a la siguiente semana estábamos ya colocando la primera piedra para los módulos de las niñas en el extremo poniente del terreno, el financiamiento corrió por cuenta de don Alejandro, serían dos módulos y luego se consideró la conveniencia de que en esa misma área quedara el módulo o casa de Verónica y su equipo, la cual se construyó sobre uno de los módulos de niñas.
Don Jose
Al integrarse Verónica y su equipo, a finales de 1992 y al salir Claudio de Colonia sentí que era necesario alguien que las auxiliara en todo una figura masculina que a su vez controlara de alguna forma a los pocos muchachos que estaban ya en Colonia.
José Luis Hernández Martínez había estado cuatro años en la fundación, era un muchacho serio, dedicado y responsable que había terminado su carrera como técnico en edificación; había ejercido su carrera trabajando en la continuación de la pavimentación del Río Santiago pero se había terminado el trabajo y estaba viviendo en un departamento que yo había puesto para los mayores de la Fundación y que debía funcionar en forma autogestiva.
Le pedí que se fuera a la Colonia para ayudarles con lo que fuera necesario, asegurándole que tendría un sueldo y un área privada para él.
José Luis no tuvo dificultad para adaptarse ni los muchachos con él, la mayoría lo conocían y lo veían como a un hermano mayor aprendió a manejar la camioneta y desde el primer momento se convirtió en un elemento imprescindible para el funcionamiento de Colonia Juvenil, incansable y siempre dispuesto a todo lo que se requiera, desde trasladar a los muchachos, ir de compras o hacer alguna reparación.
Los muchachos (me refiero a ambos géneros) siempre le han tenido un cariño y respeto bien ganado y en algún momento ese cariño se vio reflejado con la forma de referirse a él como “don Jose”.
Lleva 18 años viviendo en Colonia Juvenil y creo que poco se le ha reconocido su trabajo y entrega a la misma, por lo que desde esta página quiero hacer un reconocimiento a José Luis, por su labor siempre callada y hasta anónima en muchas ocasiones. Gracias don Jose, mucho de lo que es Colonia Juvenil se te debe a ti.
jueves, 24 de febrero de 2011
Colonia Juvenil
Las primeras construcciones
Originalmente yo tenía unos planos que me había regalado el Arq. Jesús Méndez Montalvo justamente para ese terreno, consistían en un área habitacional de 4 o 5 casas cada una con tres recámaras o dormitorios cada una para ocho muchachos, su estancia, comedor cocina y baño.
Por cuestiones de economía se tuvieron que sacrificar algunos detalles arquitectónicos y fue rediseñada la planta habitacional, quedó en una oficina amplia, tres módulos (casas) con cuatro habitaciones, cada una para ocho muchachos. Pensando en que la especialidad de los Ingenieros era construir casas de Interés Social o sea con espacios reducidos, sugerí que cada recámara estuviera planeada para ocho camas individuales con un espacio suficiente entre cada una para colocar un mueble donde los chicos pudieran colocar sus cosas, de todos modos pensaba meter cuatro literas por cuarto pero de este modo quedaría mas espacio para circular. Cada Modulo o casa constaba pues de 4 dormitorios para 8 muchachos cada uno, un baño general con suficientes WC’s, mingitorio y regaderas con muros intermedios; cocina, comedor, estancia y el cuarto o recámara del monitor, casi del mismo tamaño que los de los muchachos, pero con baño incluido.
Estaban terminados los módulos y don Alejandro hizo la observación de que las cocinas podrían representar un gasto adicional en la operación, porque se podría prestar a desperdicios, y otros inconvenientes como su equipamiento y sugirió que se hiciera una cocina general con un comedor adicional también que además propiciaría una mayor convivencia. Estando totalmente de acuerdo con ello y como a don Alejandro le bastaba con tomar un acuerdo para pasar a la acción, ordenó de inmediato la construcción de esa área así como canchas deportivas, dos de Basquetbol con medidas reglamentarias y una de Futbol rápido. Para el mes de Agosto de 1992 estaban terminadas tanto el área habitacional como la cocina y comedor, las canchas llevaban ya un avance muy importante; El cupo originalmente pensado era para 100 muchachos varones, aunque el comedor y cocina se diseñaron para 200 personas.
Ahora sólo faltaba ocupar las instalaciones.
Los primeros meses
Era un hecho que los primeros muchachos que se incorporarían a Colonia Juvenil serían los jovencitos de la Fundación que estaban cursando o por cursar la secundaria, era el Mes de Agosto de 1992, Claudio Carrillo había comenzado su campaña empezando por algunas instituciones como el Albergue Infantil Rafael Nieto que dirigían todavía las Hermanas de la Caridad de María Inmaculada, de ahí se presentó Luis Oscar Quiroz a quien podemos considerar el primer “colono”, porque fue el primero en llegar e incluso vivió ah colonia algunos días como único inquilino, Claudio le consiguió lugar en una Secundaria, en seguida llegaron mis muchachos de la Fundación y se concretó un pequeño grupo de 12 chicos.
Ya con los muchachos en Colonia se incorporaron, por invitación de Claudio, como monitores, otros dos jóvenes dirigentes Scouts, uno de ellos estudiante de Leyes y el otro no recuerdo pero también era estudiante universitario.
Parte del perfil que habíamos diseñado para monitor era que fuese estudiante o tuviera alguna actividad laboral externa, se trataba que los muchachos les consideraran modelos a aseguir.
En septiembre de 1992 los muchachos ya iban a la escuela, si mal no recuerdos asistían a diferentes planteles, Claudio firmaba como tutor, se encargaba de las compras de útiles escolares, despensa, enceres y artículos de limpieza así como de aseo personal, nos presentó a don Alejandro y a mi unos diseños de logotipo para Colonia Juvenil, escogimos uno que representaba un muchacho saliendo de Colonia Juvenil al mundo y que se utilizó tal cual durante poco mas de 15 años, el creador de ese diseño y me enteré 18 años después fue el D.G. Armando Acosta Díaz de León.
Los muchachos que auxiliaban a Claudio les mantenían ocupados muy al estilo Scout, incluso se usaban formaciones y toques de silbato para llamar a cada actividad, así mismo les auxiliaban en sus tareas escolares.
En una reunión de consejo se invitó a los monitores, a don Alejandro no le pareció correcta la forma como se presentaban con ropa informal, pantalón corto y un tanto cuanto desaliñados, los cuestionó y después me dijo que no le agradaban, que no le parecía que fuesen modelos a seguir por los muchachos, yo le hice ver que eran muchachos sanos y muy responsables, pero par él el aspecto era algo importante a considerar.
Si hubiera vivido para ver al equipo que llegó con el actual director incluido este (el Pollo), no hubiera permitido que pusieran un pie dentro de Colonia Juvenil; los primeros monitores son hoy en día profesionistas y ciudadanos muy respetables; ellos permanecieron en Colonia un tiempo, mejoraron su aspecto pero el entusiasmo con que llegaron se fue debilitando.
Otra de las actividades que realizó Claudio fue un boletín y la promoción en diferentes comunidades rurales tanto del altiplano como de la Huasteca, en uno de esos viajes volcó en la carretera sin mas daños que los sufridos por el vehículo (afortunadamente) Claudio asumió la responsabilidad, mandó repararla y me informó de ese accidente cuando la camioneta estaba de nuevo en operación, yo tnía que informarlo a don Alejandro que al saberlo se disgustó muchísimo y me dijo:
— Esto no puede ser, necesitamos otro director en su lugar, o lo despides tú o lo corro yo
Habían transcurrido apenas tres meses de haber iniciado actividades en un programa totalmente nuevo, estábamos creando una institución diferente, no se trataba de un albergue o un internado como los que hay tantos, se trataba de crear agentes de cambio, nadie nos estaba enseñando era mucho de ensayo y error, en mi opinión Claudio había demostrado responsabilidad y honestidad.
Hable con Claudio y le informé la decisión al mismo tiempo le pedí que permaneciera en su puesto hasta que tomara posesión otro director.
Le sugerí a don Alejandro que tomara el puesto Verónica Saucedo, él se mostró renuente en principio aunque ya nos había acompañado en algunas reuniones al principio, me dijo que si yo me hacía responsable de ella él aceptaba, a lo que contesté inmediatamente que si, que yo estaría al tanto de su trabajo, que confiaba plenamente en ella porque llevábamos trabajando algunos años y la conocía bien, que además contaba con un equipo de trabajo bien organizado y que todas se dedicaban a la educación.
En Diciembre de 1992 Verónica y su equipo llegaron a Colonia Juvenil, Claudio entregó el puesto y comenzó una nueva etapa que habría de durar poco mas de 10 años.
Nota: Muchas cosas escapan a mi memoria y es probable que confunda algunas otras, por eso les pido a los excolonos de cada época, me corrijan en caso de error y que compartan sus experiencias para contarlas aquí.
martes, 28 de septiembre de 2010
Colonia Juvenil
El Nombre
La verdad que en el nombre es lo último que estábamos pensando, al menos los miembros de Promoción Social Integral, A.C. y yo que cuando surgió la necesidad de esa nominación particular, yo pensaba en algo así como “Ciudad de los muchachos” un poquito pensando en la obra salesiana de Ciudad de los Niños en Salamanca Gto. Y en la “República de los Muchachos” que fundó y dirigía hasta entonces el Sacerdote Salesiano Javier de Nicoló en Colombia y que conocí en 1986.
Por su parte el grupo de chicas que dirigía Verónica y que desde algún tiempo se venían haciendo cargo de los más pequeños de la Fundación para Preadolescentes y Adolescentes A.C., tenía por nombre Comunidad Juvenil del Verbo Encarnado, con las siglas COJUVE. Así que antes de que yo propusiera el nombre Verónica, que se encontraba presente en una de las juntas sugirió el de Colonia Juvenil que en sus siglas pocas veces usada sería COJUVE también, como la Comunidad Juvenil del Verbo Encarnado, el nombre me pareció medio cursi, no obstante ser mas apropiado de Ciudad de los muchachos por no tratarse de una extensión tan grande como la Ciudad de los niños ni la República de los muchachos que he hecho mención, don Alejandro dijo simplemente que estaba bien.
El Inicio
Nunca había ganado dinero por trabajar con los muchachos y aunque no sabía si esa cantidad era la justa, tampoco me resultaba atractiva, por esas fechas de 1992 mi negocio que en ese tiempo se llamaba “Corporación AR” pagaba bimestralmente poco mas de 3,000.00 pesos de impuestos, teníamos como principal cliente a Industrial Minera México o Grupo México a los que elaborábamos todos los manuales de capacitación para sus empresas en toda la República Mexicana y el extranjero.
En resumen les dejé en claro que mi interés era trabajar al lado de ellos en el patronato, y en la supervisión de Colonia, sería algo así como el enlace entre Colonia Juvenil y Promoción Social Integral, A.C. don Alejandro estuvo de acuerdo y en la siguiente reunión me dijo que él sería el Presidente, siempre, y yo sería el Vicepresidente.
Entonces propuse a Verónica como Directora, Don Alejandro Torres Corzo rechazó la propuesta argumentando que tomando en cuenta que los beneficiarios de Colonia Juvenil serían varones, lo más conveniente era tener a un hombre como director y me pidió que a la mayor brevedad, antes de una semana propusiera otro candidato.
No podía dejarle a cualquiera esa responsabilidad, así que pensé en Claudio Carrillo que era dirigente Scout y al parecer acababa de dejar sus estudios y como el sistema y gobierno ideados es con base en el sistema de patrullas como ya lo he mencionado y siendo Claudio una persona de probada calidad moral le propuse el puesto, lo que no sólo le pareció bien sino que aceptó con emoción, antes de la semana lo estaba presentando con Don Alejandro T. C. y en ese mismo instante entregamos las llaves.
Ya había Platicado con Claudio sobre lo que se esperaba lograr con Colonia Juvenil, forjar líderes y agentes de cambio para sus comunidades, sus funciones eran las de administrar los recursos, conseguir el personal idóneo y hacer la promoción pertinente en las comunidades rurales donde no existiera escuela secundaria, para ofrecer los servicios de Colonia.
Los primeros chicos que llegaron a Colonia fueron los muchachos en edad de secundaria que estaban en la Fundación para Preadolescentes y Adolescentes, A.C. haciendo un total de 12. Como era necesario que los muchachos estuvieran acompañados todo el tiempo, Claudio invitó a colaborar a dos jóvenes dirigentes Scouts que vivirían en Colonia sin dejar sus actividades académicas ya que de alguna forma ello sería ejemplo para los muchachos, se contrató una cocinera que duró pocos días y entonces fue cuando ingresó a Colonia Doña Cata que es tía de uno de los primeros colaboradores, convirtiéndose en la abuela de varias generaciones de Colonos.
Nota: No tengo fotografías para ilustrar estas entradas porque cuando me retiré de Colonia entregué todas las que tenía al patronato, vía su tesorero, incluyendo negativos, si alguien pudiera aportarme algunas para ilustrar le agradeceré mucho y también, como la memoria es caprichosa (al menos la mía) y no dudo se me escapen algunos datos y hechos o que confunda otros en tiempo y forma, por lo que pido a quienes vivieron esos tiempos y los que mas adelante narraré, me corrijan o amplíen lo que escribo.
viernes, 6 de agosto de 2010
Colonia Juvenil
Antecedentes y proyección
Ese año se había ahogado Armando, uno de los niños con apenas 11 años, y ninguno de los chicos que lo acompañaron y presenciaron el trágico acontecimiento dio aviso al respecto y más aún cuando yo pregunté por él simplemente se limitaron a decir que se había ido o se había escapado, cosa muy improbable.
Por otra parte, tras diez años de trabajo diario con la fundación ya me sentía mucho muy fatigado, había recurrido, el año anterior, a los religiosos que se hacían cargo de la iglesia de San Juan de Dios (me parece que se llamaban algo así como Hermanos de Jesús) para que me dieran la mano con su presencia y guía en la casa hogar, pero no obtuve ninguna respuesta, lo que tomé como una negación.
Habíamos decidido, Verónica Saucedo y yo, cerrar, no aceptaríamos más muchachos.
Ahora cuando veo a aquellos niños convertidos en padres de familia, buenos padres de familia en su gran mayoría y hasta ejemplares padres algunos de ellos, sé que valió la pena, ya platicaré mas adelante sobre la Fundación para preadolescentes y adolescentes.
Fue por el mes de Agosto o Septiembre cuando me visitó un psicólogo en mi oficina de la calle de Madero, se presentó como enviado de Luis Fernando Torres Corzo y me pedía asistiera a una junta de “Promoción Social Integral, A.C.”, en la que se planearía la creación de una institución similar a la que yo había fundado y manejaba, para platicarles mi experiencia y en su caso asesorarlos.
Promoción Social Integral, A.C. Era una promotora encargada de conseguir recursos para algunas instituciones u obras que por su naturaleza no podían expedir recibos deducibles, como era el caso de “La Casa de la Divina Providencia” que asistía niñas sin recursos o en estado de abandono, no contaba con un patronato y estaba mas bien ligada a la parroquia de Santiago, y las obras que las Madres Reparadoras, específicamente la Madre Paz, realizaban en comunidades rurales, pero ahora habían decidido crear su propia obra, pero no tenían claro que sería, habían contactado con unos religiosos con los que esperaban realizarla, para lo que habían conseguido un terreno a los religiosos.
La junta fue en la casa del Sr. Alejandro Torres Corzo, ahí estaba él que llevaba la voz cantante, Luis Fernando y el cuñado de ellos, el Sr. Juan de Dios Guevara que hacía las veces de asistente de don Alejandro, al menos en las juntas, y también estaba el superior y otro hermano de “Los Hermanos de Jesús”, los mismos que tiempo atrás se negaron a prestarme ayuda.
De esa reunión siguieron otras mas pero no en todas asistíamos todos, en algunas faltaba Luis Fernando, el psicólogo dejó de asistir y en algunas estuvo de invitado el Arq. Luis Nava Calvillo, y Verónica Saucedo.
Los Religiosos además de vivir en la casa que se construiría, darían asistencia a niños y jóvenes que lo necesitaran, pero aún estaba por verse que tipo de menores serían admitidos, en principio se había pensado en “niños de la calle”, cuando les platiqué nuestra experiencia mas reciente desistieron de ello y don Alejandro encargó a su cuñado el Sr. Guevara, averiguara que porción de la población infantil y juvenil era la menos atendida por programas de gobierno. En la siguiente reunión el Sr. Guevara presentó su informe que arrojaba como resultado, que la población mas desatendida eran los jóvenes entre 12 y 18 años del medio rural, por no existir programas para ellos. Don Alejandro mandó llamar a su sobrino político, el Arq. Rafael Olmos Ocejo y le pidió realizara planos tomando en cuenta la opinión de los religiosos, la siguiente reunión además de los planos, el Arq. Rafael Olmos presentó una hermosa maqueta de las instalaciones.
Cuando explicó cada parte de la prototipo don Alejandro expresó: —Todo está muy bien, pero y ¿los niños donde quedarían?—
El superior de los religiosos dijo — Pues dos o tres muchachos como quiera los acomodamos—
Don Alejandro reviró de inmediato —Ah, entonces lo que quieren es una casa para Uds—
El religioso dijo que no lo había dicho así, que desde luego sería para los muchachos pero que esa sería un área aparte.
Se hizo in incómodo silencio que yo rompí preguntando al Religioso, el por que cuando les pedí su ayuda para hacerse cargo de la fundación proponiéndoles además que me haría cargo del mantenimiento, ellos no aceptaron y ahora si?—
El superior lo pensó unos segundos y me contestó en un tono de malicia como queriendo ponerme en mal:
—Pues la mera verdad es que vimos a los niños muy desatendidos…—
Comencé a contestarles —Y por que creen que les pedía su ayuda?—
Cuando don Alejandro expresó —Que poca Madre, eso no se vale—
A la siguiente reunión no asistieron los religiosos, estaban únicamente don Alejandro y el Sr. Guevara con rostros de disgusto.
—…pues resulta, don Adrián— me dijo don Alejandro —que los religiosos no van a venir, se disculparon argumentando que el vicario religioso no les había permitido asistir mas—
—Entonces ya no se va a hacer nada?— les pregunté
—Por supuesto que si, pero el asunto es en que terreno, ellos ya se quedaron con el terreno—
—Pues si de veras quieren hacer algo yo tengo un terreno de prácticamente l5,000 metros cuadrados que me dio el municipio en la administración del lic. Medina de los Santos y si no se ocupa lo tendré que regresar—
Le di las referencias de donde estaba la propiedad y quedamos en ir a verlo al siguiente sábado a las 8 de la mañana; era ya Noviembre, no recuerdo las fechas.
El día acordado llegó con cinco minutos de retraso disculpándose sentidamente por el retraso, todavía no me había dado cuenta que don Alejandro era de esos puntuales exactos que poco hay.
La verdad es que no tenía muchas esperanzas en que ellos lo hicieran, promesas y planes como este ya los había escuchado de otros empresarios y clubes de servicio que al final no se hacían nada.
En la siguiente reunión presenté el previo de planos que me había hecho el Arq. Jesús Méndez Montalvo, no le parecieron mal pero pensando en costos y beneficios para la obra llamó de nueva cuenta al Arq. Rafael Olmos para que hiciera unos nuevos planos, que se realizaron de acuerdo a mis indicaciones, cuatro casas de cinco dormitorios, cuatro de los dormitorios para 8 muchachos y uno para el encargado de la casa, una estancia de Sala comedor, unos baños con wc’s, mingitorios y regaderas generales, el cuarto del encargado o monitor tendría su propio baño, estarían equipados con cocina, comedor y estancia cada módulo.
Yo pensaba en el sistema de Patrullas que utilizó Baden Powell en el manejo y gobierno de las tropas Scouts, cada cuarto sería como una patrulla, siete muchachos con un guía y el monitor haría las veces de Jefe de tropa.
En algunas Juntas nos acompañó Verónica Saucedo por invitación mía, poco intervenía en las discusiones o pláticas, pero resultó ser conocida de la esposa de don Alejandro por ser ella sobrina de la Madre superiora del Colegio Minerva, de donde Verónica era egresada como maestra y prestaba sus servicios como profesora, así que hubo ocasiones en que ellas, junto con la esposa del Sr. Guevara, hacían su chorcha aparte mientras nosotros realizábamos la junta.
En Enero de 1992 estaba concluido el plan de acción así como el objeto general y objetivos de la institución:
“Dar asistencia integral a Jóvenes del medio rural que habiendo terminado la instrucción primaria no tienen recursos para seguir estudiando”
Hasta ese momento no se contemplaba la construcción de una escuela, el cupo máximo se planeaba para poco más de 100 muchachos, todos varones.
El grupo que asistía permanentemente, entonces a las juntas, lo componíamos Don Alejandro Torres Corzo, el Sr. Juan de Dios Guevara, el Arq. Rafael Olmos y yo.
Finalmente quedamos de acuerdo con los planos y se fijó la fecha para inicio de la construcción, yo les dije que el 12 de Febrero simplemente por poner una fecha, cuando don Alejandro me preguntó el porque de esa fecha le dije que por ser el 12 un día Guadalupano.
He de repetir que toda la emoción y trabajo de planeación de este grupo ya lo había visto yo en algunos “Clubes sociales” que al final no hacían nada y tenía la idea de que esto sería lo mismo, así que no esperaba que las obras materiales se iniciaran, para no tener otra decepción, pero sucede que pasé por el terreno el día 15 de Febrero y vi a dos personas limpiando el terreno, lo primero que me vino a la cabeza fue que se trataba de invasores, me bajé de la camioneta y pregunté al primer hombre sobre lo que estaban haciendo y me dijo que ahí se iba a construir un asilo o algo así, que llevaban tres días ya trabajando, entonces tuve la certeza de que había tratado con personas que cumplen su palabra.
La construcción estuvo a cargo del Arq. Rafael Olmos Ocejo que no cobró por su trabajo y la obra material fue auspiciada por el Sr. Alejandro Torres Corzo
martes, 20 de julio de 2010
Seguridad para adolescentes
• No lo lleves a casa.
• No vayas a “su” casa.
• No acudas a lugares íntimos, privados o secretos.
• Si no existe alternativa de que ese “alguien” te lleve a su casa después de una fiesta, asegúrate de que un amigo lo conozca y sepa que te vas con él. Idealmente tómale una foto con el teléfono celular.
• No proporciones información personal hasta que lo conozcas mejor.
• Comunícate con tus padres para que sepan a dónde, con quién vas y a qué horas regresarás.
Hay que recordar que en la actualidad, son muchas veces jóvenes mujeres y hombres los que pertenecen a bandas de narcomenudeo, prostitución y secuestro lo cual implica que el joven que asiste a un evento, esté consciente de que puede estar prospectado como siguiente víctima. De ahí la importancia de mantenerse “alerta” a su entorno para poder disfrutar de una manera responsable la ocasión.
Vacaciones
•No lleves grandes cantidades de efectivo.
•Viste de modo informal, evita llamar la atención.
•Programa salidas en grupos a discotecas, antros y otros lugares.
•Si cuentas con automóvil asegúrate que esté en buenas condiciones.
•No hagas alarde de tus vacaciones, nunca comentes con extraños tus itinerarios.
•Evita dejar sobre la mesa de antros: bolsas, carteras, teléfonos celulares y agendas electrónicas.
•Si durante el viaje conoces gente, sé precavido; no olvides en ningún momento que son extraños, a pesar de todo. Evita acudir al cuarto de hotel de ellos y viceversa. En los sitios de recreo operan bandas que narcotizan a sus víctimas para despojarlas de todo.
•Al salir a la playa recuerda que es pública, lleva únicamente los artículos que vas a utilizar.
Fuente: http://www.manualdeseguridad.com.mx/