Para el mes de agosto ya estaba terminada la planta baja y baños, lo que era suficiente para comenzar con el primer grado, contando además con el área administrativa y laboratorio, pensando en que al concluir la segunda etapa en el segundo piso, quedarían las aulas para los tres grupos, una de usos múltiples y en la parte de abajo quedarían, además, la biblioteca y la sala de maestros.
Yo había pensado como nombre para la escuela el de Guillermo Medina de los Santos como homenaje a quien puso mucho empeño en la donación de ese terreno a la Fundación para Preadolescentes y Adolescentes, no lo había mencionado porque esperaba un momento oportuno para hacerlo, considerando que de repente esos trámites se llevan mucho tiempo, pero en esta ocasión todo se aceleró y cuando menos lo esperé la escuela ya se llamaba “Escuela Secundaria por Cooperación Promoción Social Integral, A.C.” Nunca he entendido el porqué de la figura de “Escuela por cooperación”, si este tipo de escuelas funciona con presupuesto mixto, esto es, oficial y particular.
Antes de que Rafa Olmos iniciara la construcción de la escuela don Alejandro y yo habíamos estado con los de “Construcción de escuelas” buscando financiamiento para la nuestra nos hicieron dar muchas vueltas haciéndonos abrigar esperanzas en que era posible, hasta que alguien nos dijo que no se podría porque primero no cubríamos los requerimientos de terreno, y segundo éramos una institución particular.
Cuando la obra material de la escuela mostraba un avance considerable comenzamos a pensar en el equipo para la misma, pedimos cita para ver a la Presidenta del DIF que era Conchalupe Nava Calvillo. Llegamos el día y la hora en punto en que nos habían indicado. (No se si ya lo he mencionado pero don Alejandro fue una de las personas más puntuales que he conocido, el otro fue mi padre) Conchalupe nos recibió de inmediato, le platicamos nuestro proyecto y le hicimos nuestra solicitud, ella se mostró emocionada pero no nos dio ninguna respuesta, nos dijo que quería conocer la obra y dos días después nos estaba visitando, vio todas las instalaciones y las que se estaban construyendo, platicó con algunos de los muchachos y al despedirse nos dijo que contáramos con pupitres y pizarrones para todos los salones. Los cuales estuvieron muy oportunos para el inicio de clases, los pizarrones eran de buen tamaño fueron 3 de los verdes los pupitres antropométricamente apropiados para alumnos de secundaria y fueron 90, la mayoría fueron guardados en tanto quedaba terminada la planta alta de la escuela.
Las solicitudes recibidas para ese curso escolar eran suficientes para seleccionar a los muchachos que habrían de cursar el primer grado y ante la situación de nuestros otros muchachos que pasaban a segundo grado se pensó en abrir también el segundo grado ya que había solicitudes también para ello. Otras solicitudes que nos llegaban era para el bachillerato, se acordó en consejo darles cabida, considerando que tarde o tempranos nuestros muchachos de secundaria irían luego a la escuela preparatoria y lo mejor sería ir tomando experiencia desde ahora.
Los primeros maestros de la escuela fueron además del grupo de Verónica, el Prof. Luis Miguel del Poso, Rubén Contreras y yo en la asignatura de civismo, para ello y como era necesario que contaran con un libro de texto, busqué un libro sencillo en cuanto a su manejo pero completo respecto al programa, encontré varios y de ellos hice uno que reproduje para los muchachos.
Los chicos aceptados para Secundaria fueron llamados unos días antes de iniciar el ciclo escolar, con el fin de hacer un sondeo y conocer el nivel académico que traía, he de advertir que eran niños sobresalientes en sus escuelas de origen y al evaluarlos en nuestra escuela y de acuerdo a los conocimientos que debían tener nos encontramos con la triste realidad de un muy bajo nivel.
No recuerdo a cuantos puntos equivalía cada actividad pero se consideraban todas las que se realizaban, desde las personales de orden en sus cosas, cuidado personal, tareas escolares, calificaciones, participación en las tareas generales de tal modo que el mas cumplido tendría al final un remanente que a fin de curso podría servirle para pagar el transporte a su comunidad o mejor aún un viaje de vacaciones que se haría en grupo a algún destino turístico o a varios, como así se hizo en varios años y espero que se siga haciendo.