jueves, 13 de noviembre de 2008

De Cine y Esas Cosas

Tocando el tema de algunos cines en el Blog de Casas Casos Cosas y Gente, no pudo desprender de mi memoria aquellas amplias salas de nuestros cines, los matinees que ya olvidé como se escribia pero eran las funciones matutinas de los domingos, generalmente con clasificación “A” para todo público, que mas bien eran infantiles, y las mas comunes eran las del cine Avenida, en el cine Othón comenzaban las proyecciones desde la mañana o medio día, en todos los cines era programa doble y además aquello de función corrida, que traducido en otros términos, permanencia voluntaria, por lo que podía uno llegar a la primera función ver las dos películas y si le quedaban ganas de volverlas a ver, simplemente se quedaba uno sentado en su lugar y ni quien lo molestara, además bien podía llevar su lonche o comprar una buena dotación de semillas de calabaza, que les decíamos pepitas y entretener la lombriz durante buen rato.
Mi hermana mayor se acuerda que en alguna ocasión (yo debí estar muy chico) que mi Papá andaba de viaje de trabajo, mi Mamá preparó una buena cantidad de tortas y nos fuimos al cine y estuvimos dos programas completos, otra que si recuerdo es que fuimos al cine mis hermanos mayores y yo, (al Othón) a balcón para ser mas precisos y entramos para la primera función doble y continuamos ahí, creo que era unas películas del Zorro y cuando comenzamos a sentir hambre fuimos a la dulcería desde donde se podía ver la calle, yo me asomé por el enorme ventanal y cual sería mi sorpresa que ya era de noche y mi Papá estaba parado en la acera frente al cine, eso fue suficiente para darnos cuenta que nos habíamos excedido en el permiso y salimos muy espichaditos a encontrarnos con el Jefe. Yo he de haber tenido unos cinco años a lo mucho.

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