lunes, 10 de noviembre de 2008

Mi primer acontecer trágico


No puedo decir que mi vida esté plagada de tragedias, las tragedias que he vivido ni siquiera han sido mías, pero hay cosas que suceden en diferentes etapas de la vida y según en cual resulta trágico o no, dependiendo de la capacidad que nos da la experiencia para dimensionar en su justo tamaño las cosas.
No se desde cuando estaba en la casa, sólo recuerdo que cuando tuve uso de razón ya estaba ahí, era un maltés negro, tuerto, feo quizás pero era parte de mi entorno, parte de mi familia, parte del todo que llenaba mi necesidad de pertenencia.
Hoy al subir al blog de Casas Casos Cosas y Gente algo relacionado al transporte urbano en autobuses, vino a mi memoria en esos curiosos destellos que tiene la mecánica del recuerdo, la vez que abordamos un autobús mi madre y yo seguidos por el Cady que así se llamaba el perro, era cotidiano salir a la calle con el perro a un lado y según parece no era la primera vez que se subía con alguien de la familia a un camión, pero esa vez ya no bajó, a pesar de que mi mamá lo llamaba, corrimos hasta la siguiente parada pero nada y una angustia muy grande comenzó a adueñarse de mi, nos subimos a otro autobús, fuimos hasta la Terminal de esos camiones y nadie supo dar razón del perro, regresamos a la casa en Pascual M. Hernández, sólo quedaba esperar que el perro regresara y pasaron los días, las semanas los meses y los años y todavía no puedo entender como de repente perdí algo que parecía siempre estaría ahí conmigo. A mas de cincuenta años lo sigo extrañando y no se por que.

1 comentario:

ykarux dijo...

yo tenia un perro tipo buldow de esos callejeros, el si se fue por una larga temporada un año, quizas lo tenian en un taller mecanico era un perro noble, y de esas veces que tienes que salir de casa para crecer, regrese a casa y para esas fechas regreso mi perrro perdido, fue un bello reencuentro, luego cambiamos de casa y murio el perro atropellado asi fue la vida de mi perro